Alquiler de aulas a la USIL
-Del orgullo molinero al estudiante consciente
Primer día de clases del segundo semestre del año 2011.
Algo inquietaba a los estudiantes, el módulo de aulas celeste calixto
se encontraba transformado, todos con sorpresa observaban que ahora
había jardín donde antes era solo tierra, había buena iluminación y
buena señalización, había bancas entre los salones para poder esperar la
clase. Todo un cambio al que nadie estaba acostumbrado. ¿Para qué será
todo eso, las autoridades se han acordado de nosotros?. Eran algunas
preguntas que cada vez se repetían mas y mas.
Uno tras otro
acudían al local de la FEUA para encontrar una respuesta a su
interrogante, lamentablemente los dirigentes sabíamos muy poco lo que
sucedía con las aulas. A pesar de acudir en vacaciones a la universidad,
no le habíamos dado importancia, menos averiguado para que era la
mencionada “remodelación”. Esto de alguna manera demuestra la distancia
que existe entre dirigentes/representantes con los estudiantes de base.
Se necesitaba una respuesta rápida, lo primero era saber exactamente
que sucedía, es así que como JAD acordamos una reunión con las
autoridades para esa misma tarde. Participaron el rector, el vicerrector
académico, el jefe de la Oficina Académica de Estudios y los
presidentes de los Centros Federados y la FEUA. Nos informaron que las
aulas se habían alquilado a la USIL, nos hablaron sobre todos los
“beneficios” que traería dicho alquiler para la UNALM, sin embargo fue
muy difícil conseguir que nos dieran el contrato. Tras mucho exigir e
insistir conseguimos que el rector nos diera una copia del contrato.
El convenio UNALM-USIL fue firmado por los rectores de ambos
universidades el día 1 de agosto del 2011, básicamente era un alquiler.
-Uso exclusivo de 10 aulas de 18:30 a 23:00 de lunes a viernes y de 07:00 a 21:45 sábados.
-100 estacionamientos
-La UNALM correría con los gastos de personal y servicios.
-El pago sería de S/. 25 400 al mes
De forma simultanea a la reunión con las autoridades, se estaba
convocado para el día siguiente a Asamblea General de Estudiantes. A la
1pm el paraninfo estaba lleno. La JAD se encargó de informar acerca de
su reunión con las autoridades, informar acerca del “Convenio” con la
USIL. La posición de la Asamblea fue casi unánime; no queremos alquilar
las aulas, no queremos que los de la USIL estudien al costado nuestro.
La Asamblea había tomado una decisión, ahora el problema era como lograr
el objetivo.
Lo primero que surgió fue acudir a la sesión de
Consejo Universitario que se desarrollaba a la misma hora que la
Asamblea, es así que nos movilizamos hasta la sala de grados para
informar de nuestra decisión/exigencia a las autoridades. Luego de
movilizarnos, eramos mas que en la Asamblea. La respuesta de las
autoridades fue de libreto; que el tema no está en agenda, que todo se
ha hecho de forma correcta, que el alquiler beneficia a la universidad,
que se formará una comisión investigadora. Así, entre idas y vueltas,
sentimos que una vez mas nos estaban meciendo, y lo que queríamos era
una solución inmediata. Eramos mas de 1000 estudiantes exigiendo
acciones, no nos íbamos a ir solo con promesas, es así que una asamblea
espontánea se decidió dar un paso mas, nos vamos a la calle ¿cuándo?.
Ahorita!! Decidimos llevar nuestra problemática fuera de las fronteras
de la universidad, a la sociedad.
Sin planificación, sin ruta,
sin nada; solo espontaneidad. Nuestra idea era una, tenemos la razón,
es por eso que al exponer a las autoridades en los medios, estas por
vergüenza, anularan el contrato con la USIL. Los medios se preocupan por
noticias que hagan escándalo, que llamen la atención, en esa escala de
valores, mas vende que estudiantes cierren la av. Javier Prado a que el
rector alquile aulas de forma irregular. Es así que salimos a la
avenida; gritamos, corrimos, saltamos, caminamos, nos sentamos … fue
cuestión de tiempo para hacernos sentir, llegaron de RPP, Radio Capital,
ATV y el diario La República. Para ese día las autoridades de la USIL
ya habían suspendido las clases que iban a dictar en las aulas de la
UNALM. Volvimos a la universidad a las 6:30 pm aprox. De nuevo el
paraninfo estaba lleno. En un día habíamos logrado el objetivo, los de
la USIL no usarían mas nuestros salones.
Privatización o qué cosa
La USIL pagaría por 1 aula y 10 estacionamientos poco menos de S/.27 la
hora. Por esa cantidad las autoridades de la agraria renunciaban a
utilizar 953 horas de salones por mes (10 aulas*4.5horas al día + 13.45
horas los sábados y todo eso por 4 semanas al mes). Parece increíble que
una universidad alquile sus salones porque necesita dinero, la
justificación de las autoridades fue la siguiente: “El aporte económico
sería destinado, exclusivamente, para mejorar el equipamiento del resto
de aulas en lo referente a equipos de cómputo, equipos multimedia de
mayor potencia, instalación de más bancas, mejora de la iluminación,
entre otros.” Lo que resulta bastante interesante es que en la página
web del vicerrectorado académico, dice lo siguiente sobre los aportes
semestrales: “Los aportes de los alumnos se destinan a la compra y
mantenimiento de vehículos de prácticas, adquisición de libros para la
BAN, modernización de las aulas de enseñanza, y el mantenimiento y
ampliación de la red informática.” Según el último informe presentado
sobre el gasto de los aportes (2006); S/, 156 813 fueron para CPU`s
proyectores y retroproyectores y S/.117 007 para equipamiento y
mantenimiento de aulas.
Las autoridades no piensan como hacer
para utilizar todas las aulas durante el mayor tiempo posible, las
autoridades están pensando como generar recursos a partir de esas aulas
sub utilizadas. Y esto no sucede solo con las aulas, sucede con todo:
auditorios, laboratorios, campos de cultivo, campo ferial, espacios para
grabación de comerciales, espacio para publicidad en las paredes. En la
universidad Agraria, cualquier pretexto es bueno para generar recursos;
renuncia a sus instalaciones, a sus equipos, a sus terrenos, y hasta a
su imagen,